Seguidores

martes, 16 de febrero de 2010

Días memorables: Series con lluvia torrencial y sistema cuenta-vueltas.

¿A que parecen nuevas?

Así quedaron después de la lluvia de hoy.



Hay días de entrenamiento "normales", en los que cumplimos objetivos según lo esperado y las sensaciones son positivas, acabando con la satisfacción del deber cumplido.


Hay días en los que por alguna razón no acabamos tan satisfechos porque alguna parte del entrenamiento no ha salido como esperábamos, o terminamos más cansados o por algún dolor que se presenta no podemos completarlos.


Otros días el entrenamiento sale mejor de lo esperado, nos sentimos con fuerzas extra y hacemos tiempos mejores, o corremos más o terminamos con ganas de seguir y no tenemos ninguna sensación de cansancio, sino de estar en buena forma y nos comemos el mundo que se ponga por delante a continuación.


Y, además de éstos, habrá otros con múltiples variables que los harán diferentes.


La variable de hoy ha sido la lluvia. Superarla en las condiciones en las que lo he hecho hoy me ha enseñado que hay otro tipo más de días de entrenamiento. Aquéllos en los que el haber podido cumplir los objetivos marcados en unas circunstancias adversas los convierte en días "de los que curten", días para recordar y señalar como memorables.


***


Estuvo lloviendo toda la mañana en Alcalá. Y tocaban series. "¿Qué hago?¿Espero a más tarde a ver si para, y me quedo aquí (en el trabajo) a hacer tareas pendientes?, ¿pospongo el entrenamiento para mañana?, ¿salgo a correr sólamente y hago las series el jueves?"Entre tanta pregunta y tan poca acción, veo pasar el autobús que me llevaba a la pista. Con cierta rabia decido ir caminando. Al menos caliento y veo la pista. Si está intransitable no podré hacer series hoy pero tampoco el jueves. Así que tendré que ir pensando en otra cosa. Las previsiones de lluvia dicen que el jueves también lloverá. La pista no está encharcada, vamos a cambiarnos, a ver qué pasa. He tardado 20 minutos en llegar, la lluvia sigue siendo torrencial. Entonces recuerdo la carrera de Paracuellos y pienso que si aquél día empezamos con aquél diluvio que nos bañó durante una hora, ¿por qué no hoy?. Me doy cuenta que la experiencia de Paracuellos se ha convertido en una referencia y que gracias a ella voy a intentar salir hoy. Salgo del vestuario igual que allí: ya con el chubasquero puesto, capucha y guantes. Hago unos estiramientos previos dentro para que el frío no me hiele de entrada y decido hacer el calentamiento previo también en la pista. La calle está inundada de charcos, tanto las zonas de tierra como las de asfalto. En lugar de arriesgar una caída, vamos a aprovechar para hacer también un entrenamiento "mental" (Saturnino, aún no me has contado en qué consiste esto exactamente ;-) y dar vueltas a la pista durante hora y media.


El cielo de vez en cuando te da un respiro, y ahora me cambió los jarros de lluvia por un fino "shirimiri" que anima a intentar las series. 30´de calentamiento y vamos con las series. La pista no resbala, no tiene charcos, sigue la lluvia, pero es fina y hasta me atrevo a quitarme la capucha porque ya me da calor. Los habituales con los que suelo coincidir en la pista no han venido hoy. Estoy sola. Alguna persona se para desde la calle y se queda mirando. Imagino que pensará que estoy chiflada. Como el conserje del Polideportivo, que al verme llegar (hoy sin bici) con el paraguas chorreando, la mochila empapada y los pantalones salpicados me pregunta: "¿Para los vestuarios?". Le digo: "Bueno, vamos a ver cómo está la pista". Repite en voz baja, "para la pista", en un tono entre incrédulo y desconcertado que más bien parecía decir: "Estás como una cabra, maja". Pero fue más optimista y añadió: "Bueno, la pista de atletismo no está muy mal". "Sí, peor sería pedir las de tenis", pensé.


Pero pudimos hacer las series. Las tres últimas ya con lluvia a cántaros otra vez, así como los 25´de recuperación final.


Y no fui la única chiflada, porque durante mis dos últimas series apareció entre la lluvia y el ambiente gris otro chico que se puso a hacer series de 100.


Y cumplimos los objetivos. No fue fácil durante las series. Costó, porque la sensación de frío sobre los cuádriceps y el gemelo derecho junto con el aumento de velocidad en las series hizo que el cansancio acumulado del domingo volviera a los músculos. Pero las hicimos.


***

La sensación hoy fue de lucha. Pero sin sufrimiento. Lucha contra la lluvia, el frío, el reloj...


Pero fue dulce.


Pensaba en el objetivo que me he propuesto para el 25 de abril. Y pensé que hoy sería uno de esos días, como el de Paracuellos, que servirá para recordar que "es posible". Que se puede. Y que si Manolo García me animó hace un par de años con su "saldremos a la lluvia", me ha cantado de nuevo hoy que seguiremos saliendo a la lluvia. Y cuando llegue el día del maratón podré recordar días duros como hoy, de entreno-lucha-en soledad, y que tendrá su efecto y recompensa ese día. Que seguro será otro para recordar siempre.


***


Con todo lo dicho, este ha sido el resultado de hoy:

33´de calentamiento a ritmo de entre 6´y 6´40´´x km.

Series de 500:

2´36´´/2´27´´/2´32´´/2´33´´/2´36´´/2´26´´/2´37´´/2´36´´/2´41´´

(con recuperaciones entre 45´y 1´, para buscar las rayas de referencia)

Recuperación de 26´a ritmo de entre 6´y 6´13´´


***

Y, para los que os estáis preguntando cómo las conté hoy, que os conozco:

Las primeras las hice entre la calle 1 y la 2, esquivando las vallas y contando 100 pasos más. Como lo oís, contando 100 pasos más, sí. Es que después del calentamiento me tiré 5´buscando las chapitas de los 100 metros y pasé de enfriarme más. Y que sepáis que el sistema no está tan mal, porque en la segunda serie me llevó a una chapita que ponía: "CUERDA 100". ¡Eureka" La tercera serie ya la pude hacer desde esa marca de "cuerda 100" hasta meta y una vuelta más de nuevo a meta. Eso son 500 metros. El problema es que si retrocedo desde ahí tardo más de los 45´´ de recuperación, así que la siguiente tocaba contar otra vez. Descubrí que el mejor sistema para contar es de 10 en 10 pasos marcando con los dedos cada vez que llego a 10. Sin complejos. Total, nadie está mirando...

En alguna carrera de estas de mil vueltas a una pista leí que tenían un sistema de gomas, que se van pasando de dedo en dedo en cada vuelta. Tiene pinta de ser eficaz, pero os aseguro que lo de los dedos no falla.


***


Mañana será otro día, toca descanso y para el jueves siguen anunciando lluvias, pero ya no volveré a hacerme preguntas. Simplemente diré: "Hoy es jueves. Toca correr"


:-)