Seguidores

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Canillejas: Ventajas de no competir

Este domingo estuve en una carrera que parece ser tiene "mucha historia".
Primero oí hablar de ella a unas compañeras porque iba a ser su "primera carrera", así que ya sólo por eso me gustaba poder asistir y ser testigo de esa "primera vez", única e irrepetible, y que me hizo revivir un poco mi primera carrera popular: la de S. Claudio. Este año habría sido mi tercera convocatoria en la misma, pero lamentablemente, tras 29 años, no pudieron hacer su número 30 por razones que no tengo claras... Pero ese es otro tema.



La segunda noticia, ¡en el 20 minutos!, un periódico gratuito sobradamente conocido entre los usuarios de los transportes públicos madrileños. Y no una pequeña reseña, sino un artículo a tres columnas nada menos, haciendo eco de su historia.
Entre otras curiosidades, fueron pioneros en el uso del chip, que lo emplearon en el año 1999.


Pero este fue mi motivo para asistir: poder compartir las sonrisas de Gema y Elena, y sus impresiones al finalizar su "primera carrera". Me confirmaron su asistencia una vez finalizado el plazo de inscripción, pero ¿necesitamos dorsal para correr?
Me llevé una ligera mochila para la ropa de recambio (una que me regalaron en S. Claudio, por cierto :-)), un botellín de agua para mi km. 5 (que, por cierto, no usé, cómo se nota que es invierno y que no fue EL ARENAL, los que estuvísteis sabéis por qué lo digo...), el chubasquero atado a la cintura y... la cámara de fotos, ya puestos...
De esta guisa estaba claro que "no iba a competir", y fueron muchas las ventajas que encontré.




Esta es una ventaja de asistir a una carrera tan multitudinaria: que te encuentras a gente "vestida para correr" en todas las estaciones de la línea que te lleva a la salida. En este caso, la línea 7. En mi trayecto conté hasta 25 corredores a mi alrededor dentro del tren. No tuve que preocuparme de más. Llevaba en un papel anotada la dirección, pero como veis no hizo falta: les sigo "y punto".


Otra ventaja de una macro-carrera: despliegue imponente que se ve a distancia.
Aquí, ¡tres camiones del ejército! para la ropa de repuesto


Como no tengo que hacer cola para dejar la ropa de repuesto y tampoco tengo prisa por recoger chip ni dorsal, me encuentro con sorpresas agradables como ésta. Amigos caóticos... ¡aunque pofesionales! (con trajes de clus y todo) ;-)

Tiempo también para leer una trágica noticia: un ciclista ha muerto en el carril bici de O´Donell por culpa de un bordillo que supuestamente sirve para "delimitarlo". Recogían firmas para eliminar dicho bordillo y que no suceda a más ciclistas.





Ambiente en la salida.


El hombre que veis de espaldas es un asiduo a las carreras de Madrid. Yo le llamo "el desnudo", porque suele correr de esta guisa. Siempre me llama la atención su forma de correr: va solo, callado, concentradísimo y corre como un legionario. Desde el final de las carreras va devorando los kilómetros con una regularidad pasmosa. Le he visto adelantándome, por supuesto, a mi y a todos los que están a mi alrededor, con paso firme, seguro, regular, como cumpliendo un objetivo superior al del resto de los mortales...
Estuve a punto de abordarle y preguntarle si es militar, legionario o algo similar, pero no me atreví.



Él, sin embargo, corría como una gacela, como "por cumplir", carrera para acá y para allá, sin esfuerzo aparente, destacando también sobre todos por su evidente "estigma" de "atleta destacado", de los que dan "prestigio" a las carreras... ¿populares? :-)


Salida multitudinaria donde las haya. Buen ambiente, música, y un speaker hablando en "inglés":
"Attention, runners, 5 minutes, go to starting line..."
Escuché algún comentario gracioso de auténticos "populares" diciendo:
"eh, tío, que somos atletas"

No hay prisa, a ver si veo a mis amigas...


Pero no las vi, así que vamos a tomarnos la carrera tranquilamente, a ver si me las encuentro por el camino... así que hagamos fotos. Así les servirán para su album de "mi primera carrera".


Lo bueno de no competir es esto, que como no te preocupa tu tiempo, no te importa cruzarte al otro lado cuando pasa "la élite" y verlos subir la cuesta que luego te tocará a ti como si fuera un sprint, y escuchar los aplausos silenciosos del público.
La gente se queda callada, como con miedo a interrumpir o desconcentrar su paso.
La verdad, me pareció muy diferente a los ánimos que se suelen dar a las "paquetes" como yo. Me quedo con la espontaneidad del público al paso de los "populares", y con las manos extendidas de los niños para que "les choques".
(aparte de que no tengo elección, esa es la realidad ;-))

Las primeras mujeres. Casi me pasan desapercibidas. No había coche delante ni detrás, claro, ni coche con crono, ni aplausos, me di cuenta porque vi aplaudiendo a una mujer que corría cerca y ahora que me fijo en las bicis... ¿llevan banderas señalizadoras? Ah, pues igual sí...
Lo que se aprende por no mirar el crono...

Bueno, la verdad es que sí lo miraba, para qué voy a mentir. Al paso de cada kilómetro "pinchaba" el crono calculando el tiempo que llevaba y las posibilidades de encontrar a mis amigas. Elena me había dicho que había hecho el recorrido el domingo pasado (qué recuerdos, yo hice lo mismo con mi primera S. Claudio) y la había hecho en ¡55´! jeje, cuando me dijo eso no insistí para empezar juntas, que en lugar de "acompañaros" ¡igual no os sigo!

Coche escoba, todos los esfuerzos, todos los aplausos.
Recuerdo mi primera carrera en Castrocontrigo, media carrera o más con el "quad escoba" detrás, uf, es duro y sacrificado ser "el último".

Siempre hay que admirar a "los últimos". Muchas veces tienen más mérito que "los primeros". Y no quiero quitarles valor: los primeros son dignos de admiración por sus cualidades, su esfuerzo (también), su trabajo, su rendimiento, sus excelentes resultados y porque son "los mejores" de la carrera.
Pero los últimos lo son por la superación de sus limitaciones, su lucha muchas veces "incomprendida", su gran esfuerzo, su tesón, su valentía y el empuje hacia una meta que está más lejos porque tarda más tiempo en llegar.



Mereció la pena "no competir" también para conocer ejemplos de generosidad como éste, en el que el hijo guiaba a su padre mediante una cuerda que los unía para evitar tropiezos. En las curvas le ofrecía el brazo para más seguridad.
Tampoco creo que fuera necesario que en la meta anunciaran su llegada por el altavoz a diestro y siniestro:
"¡UN INVIDENTE, UN INVIDENTE!
EL ÚNICO INVIDENTE DE LA PRUEBA, UN APLAUSO PARA ÉL PORQUE TIENE DOBLE MÉRITO, bla, bla, bla"
Como sea tímido y quiera pasar desapercibido lo lleva claro, poco más y hacemos un pasillo.
Creo que la integración es otra cosa, pero en cualquier caso, aplaudo a uno y a otro. Un gran ejemplo.

"Nunca sabes de lo que eres capaz hasta que lo intentas"
Sabio mensaje.
No pude evitar recordar mi reto para el 2010 :-)

A pesar de no llevar dorsal me "dejaron" pasar bajo el arco de meta. Qué bien.
El crono, el que veis.
El mío: 56´51´´
Muy contenta, la verdad.
Me pregunto si "estará bien medida"... ;-)
Es una carrera muy cómoda, con dos o tres cuestas largas pero poco pronunciadas y con una muy buena recuperación, pues van seguidas de sus correspondientes bajadas.
Nada más cruzar el arco de meta, me giro para hacer una foto a los que llegaban...
¡Y ahí llegan Elena y Gema!
¡Con un primer diez mil en 57´!
Chicas, en dos meses más de entrenamientos las fotos con vosotras tendrán que ser al principio, porque creo que ¡no os veré el pelo en toda la carrera!
¡Menudo tiempazo para ser la primera!
¡ENHORABUENA!