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viernes, 17 de abril de 2009

Regreso al metro I

Regreso al inicio de los días a las 6 de la mañana, acompañadísima a las 7 camino del trabajo recordando cuando salía en León a esas horas para ir en coche y casi aba miedo, con la ciudad dormida aún y donde siempre queda algo más para el amanecer.


Regreso a los viajes en metro en silencio a esas horas y observo a los "viajantes" y "viajeros", durmientes, lectores, "despertantes", revisores de agendas y "auditores" con cascos...


Regreso a las miradas calladas, a los saludos mudos, a los "buscadores de asientos". Los extremos siguen siendo los primeros en ocuparse.


Y la mayoría seguimos un comportamiento similar, en el mismo orden:

1º- Entrar al vagón.

2º- Mirar alrededor como, ubicándonos, comprobando que todo está en su sitio. Parecemos gatos inspeccionando el terreno, el próximo habitáculo de nuestras vidas en los siguientes minutos. ¿Será por eso lo de los "gatos", que no nacen sino se hacen? ;-).

3º- Al cabo de unos 10" cada cual pasa a su siguiente actividad "metril", a elegir:

1. Escudriñar a los compañeros de viaje.

2. Sumirse en sus pensamientos, con la mirada perdida en algún punto, normalmente el suelo.

3. Leer, o bien el libro de la semana o del mes (dependiendo del grosor del mismo), o el periódico, normalmente uno de los gratuitos, que es muy cómodo de llevar y fácil de compartir.
4. Escuchar música, algunos a un volumen escandalosamente elevado. El otro día me tuve que cambiar de asiento, tras la sorpresa sin dar crédito de la capacidad del chico que tenía al lado para aguantar ese volumen de música tecno y encima ¡dando cabezadas!. Se oía en todo el vagón.
5. Consultar el móvil, pda, agendas, papeles.
6. Ordenar el bolso, mochila o maletín.
7. Maquillarse o limarse las uñas (infrecuente, pero prometo que lo he visto).
8. Dormir, dar cabezadas e incluso regalar algún ronquido.
9. Hablar, aunque a primera hora el silencio impera.
10. Cotillear al de al lado lo que lee o escribe, incluyendo al que tengo ahora mismo a mi izquierda. Se demuestra que el ser humano es curioso por naturaleza y, bueno, la curiosidad dicen que es, al fin y al cabo, una de las bases de la ciencia, ¿no?. (Ahora me pregunto si el de mi izquierda alcanza a leer esto o si aparta y aleja la vista sólo para disimular o simplemente le está resultando aburrida la lectura...).
Con todo, llego a mi última conexión en metro, me quedan cuatro paradas en la tercera linea que tomo hoy y saldré a la calle de nuevo, 48´09´´ más tarde que cuando salí de casa, un poco más despierta y con la satisfacción de haber escrito un ratito, de haber conectado los tres trenes sin esperas y de haber comprobado que todo sigue su curso, en su sitio, apacible y callado, como la mayoría de los viajeros a estas horas tan tempranas, algunos aún con los ojitos cerrados, cabeza a ritmo del tren y manos cruzadas sobre el regazo.
¿Habéis descansado alguna vez mirando a alguien dormir?
Pues algo así.
Feliz fin de semana :-))

martes, 14 de abril de 2009

Doy señales de vida

Esto es lo que ha ocurrido en los días pasados:

1. El ordenador en reparación.
2. Sin tiempo para conexión en otros lugares.
3. Traslado de domicilio, con doble mudanza.
4. Cambio de residencia: desde el domingo pasado (antes de ayer) vuelvo a vivir en Madrid, tras dos años en León.
5. Cambio de trabajo.
6. En Madrid también sin ordenador ni conexión a internet en mi nuevo domicilio.

De todos modos:

1. No olvido mi blog y mis "deberes" con el mismo y mis queridos y apreciadísimos lectores.
2. Volveré :-))
3. Os quiero, os echo de menos y tengo unas ganas de leeros...

Adelanto:

Que fui feliz en la Media Maratón de Madrid, casi me animo al mapoma, pero la premura de tiempo y la razón me han parado los pies... Iré a animar :-))

Besos, saludos, salud y ¡suerte!
:-)